LA VIRGEN MARÍA Y EL ADVIENTO

El domingo 2 de diciembre, comenzamos el tiempo litúrgico de Adviento. Es el tiempo en el que nos preparamos para celebrar la Navidad, corresponde a los cuatro domingos previos al día 25 de diciembre, es un tiempo de espera y como toda espera requiere vigilancia, que en cristiano se vive con penitencia y oración, acompañados de las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. 

   El Adviento es un tiempo muy mariano, pues nadie como la Virgen María supo vivir la espera de la venida de Cristo, por eso nosotros queremos aprovechar las devociones marianas, como una oportunidad para ayudarnos a vivir un adviento distinto, poniendo el centro sólo en Cristo que quiere nacer en cada uno de nosotros. Con su ayuda de madre viviremos este mes, como una ocasión para dedicar un tiempo de silencio y oración, aunque eso suponga renunciar a tantos ruidos que en estos días bombardean nuestro corazón.

   También le pediremos a la Virgen María, que nos ayude a revisar nuestra vida bajo la luz del Espíritu Santo, para acercarnos al sacramento de la penitencia y limpiarnos de todo pecado que pueda impedir que Cristo nazca en nuestro corazón.